En Apocalipsis 3:10 El Señor le da una palabra de promesa a la iglesia de Filadelfia, "Por cuanto has guardado la Palabra de mi paciencia, El Señor la guardara de la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo. Esa misma promesa es para nosotros, por eso hay que guardar la Palabra de Dios que es la que nos va ayudar a perseverar hasta el final.