Con una precocidad sorprendente, casi mágica, Mozart abordó todos los géneros musicales con éxito, desde la música para piano y otros instrumentos, la música de cámara, la sinfónica y la vocal. La ópera tuvo un sitio muy importante en su obra; sus valiosas aportaciones propiciaron el nacimiento de las óperas de repertorio, pues antes de él y salvo algunas excepciones, las obras se representaban muy pocas veces. Hoy en día es uno de los compositores más representados en los teatros líricos, sobre todo a partir de mediados del siglo XX.