Anna Bolena ha sido condenada a muerte acusada de infidelidad y la impaciencia del rey le ha hecho adelantar su boda, de manera que coincide en el tiempo con la ejecución. En su escena de locura, Anna ve a su pequeña hija Isabel, se extraña de los llantos alrededor y al oír la música de fiesta cree que es ella quien se casa con el rey. Al mismo tiempo, recuerda al caballero Percy, su primer y romántico amor.