Entre 1750 y 1820, compositores como Haydn, Mozart y Beethoven desarrollaron un nuevo estilo musical más simple, cuyas premisas fueron claridad, moderación y equilibrio, período que conocemos como Clasicismo. Tradicionalmente los músicos eran contratados por las cortes aristocráticas y considerados como sirvientes por debajo de los ayudantes de cámara. A medida que los conciertos públicos comenzaron a ser populares, los músicos pudieron ganar dinero al interpretar o publicar sus composiciones.