La década de los 90 del siglo XIX fue la consolidación definitiva del llamado Género chico, con Zarzuelas como La Verbena de la Paloma, música de Tomás Bretón y estrenada en 1894 en el Teatro Apolo de Madrid. En 1898 se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid la Zarzuela Gigantes y Cabezudos con música de Manuel Fernández Caballero. A pesar del impulso del Género chico, la Zarzuela grande nunca desapareció del todo y se recuperó gradualmente a partir de 1910.