Para la inauguración del Centro Kennedy para las Artes Escénicas en Washington DC en 1971, la propia Jackie Kennedy solicitó una obra a Leonard Bernstein, quien en ese momento era el nombre icónico de la música norteamericana, aclamado como compositor y director de orquesta y teatro. Lenny terminó apenas a tiempo su MISA, una pieza de teatro para cantantes músicos y bailarines, tal como la tituló. Se basa en la misa litúrgica latina tradicional con textos adicionales del letrista y compositor Stephen Schwartz.