Formularlo como pregunta ya apunta, acusatoriamente, a un consenso que da la respuesta por sentada. La suficiencia con la que se repite que "todo es política", con la que se anuncia como novedad un eslogan que circula hace al menos cincuenta años, haría bien en sumar un par de signos de interrogación para recobrar algo de ese aire desafiante que la frase tuvo en un primer momento: el desafío de, justamente, poner en duda el consenso. Y no desde la ingenuidad liberal sino desde la experiencia de la vida misma.