El camino de ser abogada internacional a tener una heladería es largo y poco probable pero como muchos de nuestros invitados la historia, de renunciar a lo que no los llena y buscar la felicidad en emprender, se repite. Ginnette Testa decide hacer un cambio de carrera y dejar a un lado las leyes para abrir su propia heladería, Gut. La nostalgia de esos helados que añoraba tanto cuando era una niña aunado al sentimiento de pertenencia de un emprendimiento fueron claves para su decisión en donde literalmente apostó todo lo que tenía en ese momento a cumplir su sueño. El camino del emprendedor esta repleto de tropiezos y Ginnette no fue ajena a eso; desde una pandemia hasta el cambio de socios han sido experiencias que aportaran al conjunto de habilidades que necesita para evolucionar su marca y su modelo negocios.