Está de moda en muchos países y hasta entre “analistas”, hablar de que los intermediarios sólo estorban cuando de entregar servicios o productos públicos se trata. Dejemos de lado que tal frase es utilizada por los defensores del clientelismo escondido tras un argumento de preocupación por un concepto general y homogeneizante del pueblo. ¿Un gobierno sin administración pública? Más allá de la retórica engañosa de los políticos, vale la pena explicar con calma algo que parecería evidente, pero es claro que no lo es.
¿Para qué queremos gobiernos? Vieja pregunta que quizá deba repensarse. Pensando en las respuestas nos damos cuenta que no es tan sencillo responderla y que a pesar que pertenece a un curso introductoria es esencial plantearla permanentemente.