Si hablamos de tristezas,
lo acepto, doy pena.
Hay historias muchas de esas que cuestan contar,
esta noche una de ellas te podría explicar,
aún busco la manera de hacer entender al corazón,
de tu anticipado adiós.
No es que me niegue a la razón,
pero quiero hacerme entender todo lo que paso,
aprovechar cada minuto, vivir día a día cada sentimiento,
porque cada minuto agonizan nuestros momentos,
se despiden uno a uno nuestros recuerdos.
Aunque con él,
no me digas adios.
No acepto esta situación,
te marcharás en ese avión,
en tu equipaje llevarás mi corazón
un par de poemas, un triste y doloroso adiós.
Por tanto y siguiendo con la tristeza,
sé que tu lectura llegará hasta acá,
dirás que estoy loco y de más,
pero quiero llorar hasta hacer mis venas estallar,
porque me consume el dolor, me remuerde el amor,
quema que mi musa me tenga que decir adiós,
en brazos de alguien más
ya con fecha de anticipación.
Mientras tanto seguiré a tu lado
como siempre aunque sea él quien camine a tu lado.
Me acostumbraré al olor de tu pelo mezclado
con el perfume de su cuerpo.
Me acostumbraré al roce compartido de sus manos en tu miembro,
sigo idolatrando tus besos; tus labios,
tu mirada que siempre me deja hipnotizado.
Lo sé, soy un idiota.
Pero maldito y desgraciado sea este adiós anticipado,
se lleva conmigo todo lo que quiero a mi lado,
aunque compartido,
la imagen y figura perfecta de la mujer que había deseado,
la dueña y señora de mis sueños más sagrados.
Aunque seamos una penetración múltiple,
Mujer;
yo siempre te seguiré amando.
Siempre seré tu poeta,
llévame por siempre en tu corazón,
cada mañana en el frío que te va acoger,
entre tus sábanas un recuerdo que viene desde lejos
te prometo que siempre llegarás a ver.
Aquí estaré esperando siempre…
…Tu eterno adiós.
