Basta un toque del Señor en nuestra vida para cambiarlo todo.
Un toque de su amor te da libertad, te renueva, te fortalece, te reanima, te da paz, te da salvación y nos hace hijos de Dios, nuestro Padre, el Rey de Reyes y Señor de Señores.
El Señor nos a entregado a la persona del Espíritu Santo con la salvación al recibir a Jesus como nuestro Señor, mostrándonos de su amor, El nos llena de su presencia, El nos capacita, El Nos motiva para que nosotros también podamos motivar a otros a alcanzar su máximo potencial.