El Salmo 23 es una celebración de confianza en el Señor, el versículo 5 revela una imagen de Dios como el gran anfitrión de la fiesta "Preparas una mesa delante de mí en presencia de mis enemigos".
Vemos que Dios, nuestro anfitrión, nos invita a venir a su mesa frente a nuestras carencias, desafíos, opresiones y debilidades mientras prepara un banquete para nosotros. Lo que está sobre la mesa, Su alegría, paz, bendición, dirección, libertad, y todo lo que necesitas en la vida. Todo lo que tienes que hacer es decir sí, aceptar la invitación, ven y celebrar.
Dios sabe que hay enemigos espirituales, y muchas veces enemigos prácticos, como nuestra propia carne u orgullo. Dios no espera que lo tengamos ya todo solucionado. Su alegría y celebración destruyen la autoridad y el poder de los enemigos espirituales y cualquier tipo de opresión a nuestro alrededor. El luego, va un paso más avanzado, "Unge nuestra cabeza con aceite". En la cultura hebrea, el anfitrión de la fiesta tomaba el aceite perfumado más caro y lo derramaba sobre la cabeza del invitado, para comunicar que el invitado era de gran valor y ahora era honrado y bendecido. Sabemos que espiritualmente el aceite representa el aceite de gozo, del Espíritu Santo de Dios.
El siguiente versículo del Salmo 23 dice "mi copa está rebosando". El contexto hebreo de una fiesta significaba que el anfitrión invita al invitado a levantar su copa, el anfitrión sirve su vino más caro hasta que la copa estuviera llena, y luego muestra su generosidad y abundancia al continuar vertiendo el vino hasta que rebosara la copa sobre la mesa y el suelo, todo esto era para comunicar "Eres bienvenido , eres valorado, tengo más que suficiente para ti"
Esta es la cultura del Reino. Dios tiene más que suficiente, y Su cultura es para celebrarte e invitarte a Su fiesta incluso en presencia de vuestros enemigos espirituales. Entonces Dios te honra al cubrirte con el aceite de gozo, y el vino nuevo del Espíritu Santo rebosa en tu copa como una señal de favor y abundancia. Ahora es tu momento de responder, aceptar la invitación, ¡Es hora de celebrar!
