15 Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron que hacía cosas maravillosas, y que los niños gritaban en el templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron.
16 —¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron.
—Claro que sí —respondió Jesús—; ¿no han leído nunca:
»“En los labios de los pequeños
y de los niños de pecho
has puesto la perfecta alabanza”?»[a]
17 Entonces los dejó y, saliendo de la ciudad, se fue a pasar la noche en Betania. Mateo 21:15-17 NIV
No hay poder más grande en la tierra, dado por Dios que la boca de nuestros pequeñitos. Estos versículos hablan por sí solos, “De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo”. Deja que el rio de la adoración perfecta fluya de la boca de tus hijos. No los detengas, pídele sabiduría a Dios para ayudar a descubrir el propósito que Dios tiene con tus hijos en la tierra, invierte tiempo, dinero, energía descubriendo sus talentos y desarrolla así su llamado.
Deja que su adoración fluya, como ríos de bendición para tu mismo hogar y relaciones, instrúyelos en su caminar, enséñales la palabra, porque de los tales es el reino de los cielos. Sus corazones están listos como lienzos en blanco para pintar y crear la mejor obra maestra, permite que los colores De Dios en ellos brillen y se unan con el cielo a profetizar y dar vida, no te detengas en inculcar en ellos como padres el amor a Dios y el amor a su palabra.
Respondo Ahora: Alaba, danza con ellos y ve como la depresión, la angustia, el temor se disipa y se establece la luz y la claridad en tu hogar y familia. ¡En su boca está la alabanza perfecta! ¡Deja que fluya!