¡La adoración detiene la actividad del enemigo!
La mayoría de la gente piensa en la adoración simplemente como un momento donde nos reunimos el domingo por la mañana. Algunos han aprendido que esa adoración nos ayuda a soportar pruebas personales y nos da poder para compartir el evangelio. Sin embargo, ¿sabías que la adoración es nuestra arma más poderosa para detener la actividad del enemigo? La verdadera adoración y alabanza al Dios Todopoderoso nos da la victoria sobre el enemigo.
A lo largo de la historia, y se muestra en el Antiguo Testamento, vemos como el pueblo de Dios descubrió que la adoración y la guerra iban de la mano. Una y otra vez leemos de situaciones en las que las personas fallaron en adorar a Dios con todo su corazón. Como resultado, sus enemigos los derrotaron. Sin embargo, cuando se arrepintieron y adoraron verdaderamente a Dios, vemos como Dios siempre les dio la victoria. Sin una adoración auténtica no podían ganar la guerra.
En la primera línea del ejército de Dios estaba el equipo de adoración con sus trompetas, tambores y arpas. Ellos cantaban y alababan en la cara del enemigo. ¡Muchas veces, el enemigo se reía y criticaba su adoración, pero algo increíble sucedía! Las fuerzas enemigas se deban cuenta de que no estaban contra el ejército de Israel, pero estaban luchando contra aquel a quien cantaban y adoraban, El Dios Todopoderoso.
Es el caso de Josué, quien sabía que Dios entregaría al ejercito enemigo en sus manos. Josué dirigió al pueblo de Dios a marchar alrededor de Jericó y cuando el pueblo de Dios gritó en adoración las murallas colapsaron. Ellos estaban confiados en la Palabra de Dios de que Dios les daría la victoria y era quien peleaba por ellos. La posición de adoración en Espíritu y Verdad (Josué 5:13-6:27) del pueblo de Dios le demostró al ejército enemigo la verdad de que nunca tendrían la posibilidad de derrotar al gran Dios de Israel, por lo tanto, no tenían otra opción, sino huir de la batalla (2 Crónicas 20:1-30).
Podemos ver otros ejemplos como, Pablo y Silas estando en presión, ganaron la victoria adorando en medio de la noche y fueron liberados por un terremoto (Hechos 16:25 - 30). Jonás adoró a Dios en el vientre del gran pez y fue arrojado a la orilla. (Jonás 2:8-10).
Cuando hay una batalla en tu vida, ¿qué haces? ¿Qué muros de prisión necesitas que caigan en tu vida? ¿Qué "Jericó" necesitas colapsar? ¿Quizás hay problemas que han surgido en tu vida porque hay una ausencia de adoración?
La realidad, es que no podemos ganar una guerra sin darle a nuestro Dios y Creador, a nuestro Señor y Salvador una adoración auténtica, ¡comencemos hoy! Romanos 8:31 dice, "Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?". ¡Como creyentes, la adoración es nuestra arma secreta y la adoración siempre traerá la victoria!