El Espíritu Santo es frecuentemente tenido en cuenta por lo que hace y por lo tanto es considerado como impersonal, pero la palabra de Dios nos enseña que como creyentes podemos desarrollar una relación personal con El Espíritu Santo. Quien es nuestro amigo, nuestro profesor, nuestro ayudador (Juan 14:26)
Myles Werntz, autor de “Milagros y Señales: Investigaciones de la Naturaleza y Trabajo del Espíritu Santo¨ hace énfasis en que El Espíritu Santo es un agente Dios en el trabajo de renovar el mundo, un facilitador en la interacción de la humanidad con Dios.
El rol del Espíritu Santo es claramente visto en Hechos 2 en el Día de Pentecostés, El Espíritu Santo fue el regalo del Padre a la Iglesia, llamado a ser el administrador del Reino de los cielos en la tierra. El Espíritu Santo vino a la humanidad, no por su propia voluntad, sino por voluntad del Padre, su principal propósito es tomar el Lugar de Jesús en la tierra de ser nuestro ayudador, nuestra guía, nuestro acompañante y empoderarnos para hacer la voluntad del Padre.
Tu y yo hoy podemos disfrutar de su compañía y de su guía, si te encuentras en un momento en el que no sabes cómo agradar a Dios, El Espíritu Santo puede enseñarte. Comienza hoy a reconocer su existencia y su presencia, dale gracias y adórale en Espíritu y Verdad, creyendo, confiesa todo pecado que pueda haberle contristado o entristecido, obedécele y activa tu fe, toma tiempo para hablar con Él y permítele que Él te hable a ti.
Dice en Juan 16:13-15 que el Espíritu Santo, nos guiará a toda la verdad, y el no habla por su propia cuenta, pero hablará todo lo que escucha del Padre y nos hará saber las cosas que habrán de venir.