“Si Dios retirara su espíritu y quitara su aliento, todos los seres vivientes dejarían de existir y la humanidad volvería al polvo”. Job 34:14-15
Así como necesitamos aire para respirar así necesitamos del Espíritu de Dios para vivir. El oxígeno es esencial para nuestro cuerpo humano, así lo es el aliento de vida de Dios que es su palabra y su Espíritu en nosotros.
El Poder de un hábito diario, tan sencillo como respirar, capacita nuestro organismo para regenerase, limpiarse y exhalar aquello que nuestro sistema respiratorio (cuerpo) no necesita. Así es el poder de un habito diario como la lectura de la palabra, la meditación, la oración y adoración desarrollan una intimidad con el Padre que nos permite vivir y traer el cielo a la tierra.
Dios trabaja a través de nuestra rutina diaria. Si permitimos que Dios invada cada rincón de nuestra vida, el trabajará a través de nuestras rutinas Diarias, puliendo, moldeando el ser que ha creado en nosotros. La intimidad con Dios y su palabra nos dará las herramientas que necesitamos para enfrentar cada desafío de nuestra vida. La palabra de Dios dice en Lucas 12:11-12 ¨Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir. Tal relación con el Espíritu de Dios nos dará el éxito para conquistar las montañas más altas en nuestra vida.
Hoy Respondo
Padre Gracias por la realidad de una relación Íntima con tu Espíritu Santo. Ayudarme a desarrollar mis rutinas diarias para crecer en mi relación contigo. En el nombre de Jesús, Amen