"Porque Dios es Espíritu, aquellos que le adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad". (Juan 4:24)
Adorar a Dios en verdad es ser real. "Verdad" es el acompañamiento perfecto para el espíritu, que hace referencia a la conexión profunda, la pasión, la emoción y la conexión directa del corazón. Adorar a Dios en verdad significa que nuestra adoración debe ser real y conforme a la revelación de quién es el Dios del cual hablan las Escrituras, no una idea superficial o una opinión personal de quién podría ser Dios, sino a partir de un lugar sólido de verdad bíblica y sana doctrina. . La adoración no está definida por lo que se siente bien o diseñada por una expresión apasionada, sino por la luz de lo que es verdadero y real.
Adorar en verdad significa:
1: Revelación
2: Integridad
3: Certeza
1: Revelación: Nuestra adoración debe estar arraigada y ligada a las realidades de la revelación bíblica. La adoración auténtica nunca debe ser insensata o basada en la ignorancia. Debe tener una base doctrinal y centrarse en la verdad de todo lo que sabemos de nuestro gran Dios Trino. Adorar de manera inconsistente, degenera lo revelado en las Escrituras, convirtiéndola finalmente en idolatría y herejía.
2: Integridad: adorar a Dios en verdad significa que nuestras vidas están alineadas con la integridad. Nuestra adoración pública, lo que cantamos, cómo adoramos y expresamos a Dios es consistente con nuestra vida privada. Que la plataforma sea coherente con la persona. Viviendo lo que predicamos, llevando a cabo lo que cantamos con integridad.
3: Certeza: Adorar a Dios en verdad se refiere a la palabra hebrea qoshet (Strongs H7189) que significa equilibrio y certeza. "Quoshet" se traduce en confianza, seguridad y fe.
La adoración en verdad se puede resumir en dos palabras: Ser real.
El salmista clama: “Examíname, Dios, y conoce mi corazón; ponme a prueba y conoce mis pensamientos". (Salmo 139: 23). Invita a Dios a que examine su corazón y prepárate para lo que Dios desea mostrarte de tu verdadero yo ... la verdad. Prepárate para arrepentirte del pecado y recibir el perdón y la gracia: para ¡Ser real!
Dios busca apasionadamente adoradores reales en la verdad. Sí, todavía desea pasión, expresión creativa del espíritu, de corazón a corazón, pero también de una profunda revelación de quién es Él, con integridad y consistencia personal, y con un nivel de certeza, confianza y fe.
¡Es hora de adorar!
