Políticos, empresarios y muchas personas medianamente informadas están realmente preocupadas por lo que pueda ocurrir el próximo 1 de diciembre en San Lázaro, donde se llevará a cabo la toma de protesta de Felipe Calderón como Presidente de la República.
La amenaza del Peje y sus genízaros hace temblar a quien no tiene los pies bien puestos en el suelo.
Por ello, les recomiendo tranquilidad ya que Andrés Manuel López Obrador, desesperado por que los medios ya no le hacen caso a sus locuras, simplemente busca acciones espectaculares como la toma de la tribuna ese día y montarse en el movimiento de la APPO, que tiene otro trasfondo político y no lo evidente que está a la vista de todos.
Harán ruido los perredistas durante la toma de posesión, pues sí. Pero al final de cuentas será simplemente anecdótico, como lo que ocurrió con Vicente Fox, cuando ascendió al poder Carlos Salinas y formó parte del gabinete sombra de Manuel Clouthier.
El país va a seguir su camino, el Peje seguirá con sus resentimientos sociales y políticos y, francamente a mí no me quita el sueño que un loquito y los loquitobradoristas sigan pateando los botes. El país es mas grande que todos ellos junto, incluidos los políticos del sistema que también le hacen daño a la nación.
En síntesis, no pasará nada y el 1 de diciembre, en su primer minuto, Felipe Calderón será presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. ¡Punto!