Presentamos el 2o capítulo dedicado a la vida de San Alfonso Ma. de Ligorio.
Durante los primeros años de sacerdote adquirió fama de predicador popular pues se dirigía a la gente más pobre y marginada de Nápoles, poco a poco fue adentrándose hacia el interior del reino de Nápoles encontrándose con gente mucho más pobres, iletradas y sobre todo abandonadas espiritualmente. Allí predicaba de forma que el campesino más humilde pudiera comprender el mensaje.
La congregación que fundó estaba destinada a evangelizar a esta gente más humilde, iletrada y abandonada.
El papa Benedicto XIV aprobó en 1749 la regla de la congregación y el instituto para hombres.