Este Vía Crucis recorre el Coliseo hasta llegar al Templo de Venus. Representa los últimos momentos dramáticos de la Pasión de Cristo y, especialmente en el último tramo, se crea una atmósfera conmovedora, cerca del Convento de San Buenaventura en el Palatino. Está presidido por el Cardenal Baldassare Reina, vicario general para la diócesis de Roma.