Templanza (2): El hombre comparte con otros seres vivos unas tendencias vegetativas, instintivas y sensibles, pero es también un ser racional y libre, llamado, además, a una vida sobrenatural. Profundizamos en el sentido de la virtud de la templanza, que le permite gobernarse a sí mismo, de manera que las dimensiones sensibles e instintivas queden integradas y regidas por la razón iluminada por la fe.