El camino de Dios no es atractivo cuando alguien más nos ha perjudicado. Nuestro impulso natural es tratar de desquitarnos. Queremos ofender a las personas que nos han ofendido a nosotros como una forma de obtener un reembolso. Eso parece justo. Parece justo ¿Pero resuelve algo? Tal vez hay una mejor manera.