La posición de padre está devaluada. Vemos por todos lados hombres que abandonan sus familias dejando tras de ellos una estela de dolor inimaginable. También vemos a cada momento el padre abusador tanto de su esposa como hijos, y el abuso puede ser tanto físico como sicológico.Hemos pasado de tener problemas con padres ausentes, que solo se dedican al trabajo, y en sus ratos libres solo se dedican a hacer deporte, ver televisión y jugar juegos de video, a ver a esos padres como lo mejor que hay al compararlos con los dos primeros descritos.Tenemos que reevaluar la posición de padre, porque sin esa figura haciendo su trabajo, la sociedad empieza a desmoronarse, por mucho que la madre trate de compensar esta ausencia. Tenemos que transformar el corazón egoísta del hombre, que volvamos a tener ese espíritu de responsabilidad, de sacrificio por los nuestros.Estaremos mirando en esta semana cómo los padres podemos convertirnos de abusadores o ausentes en los héroes que nuestros hijos necesitan.