En este capítulo nos vemos reflejados, sabiendo cual es la voluntad de Dios, nos hacemos los que no es con nosotros, el pueblo sabia que el Señor había designado a David como rey “Tú guiarás a mi pueblo Israel y lo gobernarás, pero no tomaron ninguna acción para cumplir ese designio, ya cuando los filisteos habían matado al rey con sus hijos y devastado la nación, se acordaron.
Dios cumple siempre su palabra, cuando David asumió sus funciones, se fue estableciendo la nación, porque el Señor Todopoderoso estaba con él.
Conclusión no esperemos estar derrotados y devastados, para hacer lo que sabemos que le agrada, incluso no se necesita conocer mucha Biblia.