El Señor nos dio la instrucción de multiplicarnos y llenar la Tierra, es decir de establecernos y prosperar, adicionalmente nos llena de atributos que generalmente no vemos, pero los demás si, aquí narra que todos eran guerreros valientes, hombres importantes y jefes, sin embargo, pecaron contra el Dios de sus antepasados, pues se prostituyeron al adorar a los dioses de los pueblos de la región, en días pasados salió un artículo en el periódico El Tiempo, haciendo una APOLOGÍA es decir defensa de la santería y la hechicería, lo mismo ocurría hace tantísimos años el pueblo se iba sumergiendo o mejor degradando en sus rituales y porquerías, que tenemos que admitir en algunos casos son placenteras, pero momentáneamente y construyen una división entre Dios y el practicante.