Salomón inicia una oración, con alabanzas, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra.
El desorden actual de la sociedad, radica en que no se observa buena conducta y sin embargo en el trono hay un descendiente de David, reconoce a Jesús como tu Señor y Dios y transmítelo, veras como la sociedad ira transformándose a un mejor lugar para vivir.
Finalmente viene el sablazo, de la oración intercede por su pueblo:
¡escucha y perdona!