Ayer quedamos en que David pese a que fue ungido por DIOS, quien lo respalda y exalta, está siendo perseguido por Saúl el rey.
Le toca huir del rey en varias oportunidades, se encuentra escondido para que no lo asesine, es decir que está en la inmunda.
Pero hoy vamos a hablar del sacerdote Ajimélec y su familia, volvamos a Doeg el edomita echándole cepillo al rey.
La sentencia de matar a los sacerdotes del Señor, dejo a Saúl peleando contra DIOS, le costó muy caro, como veremos más adelante, fue tan tremenda la medida que sus propios oficiales no acataron la orden, pues eran temerosos del SEÑOR.
Le tocó al impertinente de Doeg el edomita cumplir la absurda orden, puesto que este no era descendiente de Israel sino de Esaú, pero también lo veremos más adelante, recibiendo su merecido.