Abías ascendió al trono de Judá y reinó en Jerusalén tres años.
Hubo guerra entre Abías y Jeroboán. Abías escogió a cuatrocientos mil guerreros valientes; Jeroboán, por su parte, escogió a ochocientos mil y le hizo frente.
Abías subió al monte Zemarayin, y gritó: No saben que el Señor, Dios de Israel, concedió para siempre el reino de Israel a David y a sus descendientes ¿mediante un pacto inalterable?
Ustedes piensan que ahora, por ser muy numerosos y por tener los becerros de oro, esos ídolos que Jeroboán les hizo, pueden oponerse al reino del Señor, a cualquiera que trae un ternero y siete carneros lo consagran como sacerdote de los dioses falsos, tal como lo hacen los pueblos paganos.
