Mañana, cuando ellos suban por la cuesta de Sis, ustedes saldrán contra ellos y los encontrarán junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel.
Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. no tengan miedo ni se acobarden. Josafat y todos se postraron rostro en tierra y adoraron al Señor.
Al día siguiente, mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo:
¡Confíen en el Señor, y serán librados!