Ezequías escribió cartas a todo Israel y Judá, incluyendo a las tribus de Efraín y Manasés, para que acudieran al templo del Señor en Jerusalén a celebrar la Pascua del Señor, Dios de Israel, acordaron pregonar por todo Israel, desde Dan hasta Berseba, pues muchos no la celebraban como está prescrito.
proclamando:
«Israelitas, vuélvanse al Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que él se vuelva al remanente de ustedes, que escapó del poder de los reyes de Asiria. No se rebelen, no sean tercos contra el Señor, Dios de sus antepasados. Por eso él los convirtió en objeto de burla, como ahora lo pueden ver. Sométanse al Señor, y entren en su santuario.
El Señor su Dios es compasivo y misericordioso. Si ustedes se vuelven a él, jamás los abandonará».