8 Después de haber purificado el país y el templo, Josías envió a que repararan el templo del Señor su Dios. 9 Se presentaron ante el sumo sacerdote Jilquías y le entregaron el dinero que había sido recaudado en el templo de Dios, y que los levitas porteros habían recibido de los habitantes de Manasés y Efraín, y de todo el resto de Israel, Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén.
10 Luego entregaron el dinero a los trabajadores que estaban reparando y restaurando el templo del Señor.
12 Estos hombres realizaban su trabajo con honradez.