Todo esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios, que los había sacado de Egipto, librándolos del poder del faraón, rey de Egipto.
Adoraron a otros dioses y blasfemaron contra el Señor su Dios, se construían altares paganos, en cada colina y bajo todo árbol frondoso, erigieron piedras sagradas e imágenes de la diosa Aserá; y en todos los altares paganos quemaron incienso, siguiendo el ejemplo de las naciones que el Señor había desterrado delante de ellos.
Fueron tantas las maldades que cometieron que provocaron la ira del Señor. Rindieron culto a los ídolos, aunque el Señor se lo había prohibido categóricamente.Por eso el Señor les dio esta: «¡Vuélvanse de sus malos caminos!