Cuando Dios quiere bendecirte, lo hace de la forma menos lógica para nosotros en este caso el enemigo se engaña solo y va despreocupado donde su contendor quien, aquí sí, comprensiblemente es eliminado.
El rey de Moab trata de escapar, pero al verse perdido sacrifica a su heredero al trono y gana esa batalla.
Como ¿entiendes esto? Sencillo, este sacrificio fortalece al enemigo, quien le argumenta al SEÑOR, ¿Por qué apoyas ese pueblo que también hacen lo mismo que este mi pueblo?
Conclusión, no le demos argumentos al enemigo, que confronten a Dios de forma tal que por su misma palabra se vea imposibilitado de levantar su mano en nuestro favor.