2:20 Volví a sentirme descorazonado de haber trabajado tanto, 21 trabajar con sabiduría, conocimientos y experiencia, para luego entregarle sus bienes a quien jamás movió un dedo. 22 ¿qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto preocuparse y afanarse? 24 Nada hay mejor que comer, beber y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios, 25 porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios? 26 En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado; en cambio, al pecador le impone la tarea de acumular más y más, para luego dárselo todo a quien es de su agrado.