1 Entonces el rey Darío investiga en los archivos, se encontró un rollo que contenía la siguiente memoria. 3 En el primer año de su reinado, el rey Ciro promulgó el siguiente edicto respecto al templo de Dios en Jerusalén:
Que se echen los cimientos y se reconstruya el templo, para que en él se ofrezcan holocaustos. 4 Todos los gastos serán sufragados por el tesoro real. 5 Los utensilios de oro y de plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén, que los devuelvan a Jerusalén, y que se pongan en el templo de Dios, donde deben estar. 6 Entonces el rey Darío dio la siguiente orden: Aléjense de Jerusalén 7 y no estorben la obra de reconstrucción del templo de Dios. Dejen que el gobernador de la provincia de Judá y los dirigentes judíos reconstruyan el templo en su antiguo sitio.