8Amán le dijo al rey Asuero: —Hay cierto pueblo cuyas leyes y costumbres son diferentes de las de todos los demás. ¡No obedecen las leyes del reino! 9Emita Su Majestad un decreto para aniquilarlos, y yo depositaré en manos de los administradores trescientos treinta mil kilos de plata . 11Haz con ese pueblo lo que mejor te parezca. 12Se convocó a los secretarios del rey. Redactaron en la escritura de todo lo que Amán ordenaba a los sátrapas del rey. 13 Luego se enviaron a todas las provincias con la orden de exterminar, matar y aniquilar a todos los judíos y saquear sus bienes en un solo día: el día trece del mes duodécimo, es decir, el mes de adar. 14 En cada provincia se debía emitir una copia del edicto, a fin de que estuvieran preparados para ese día. 15 Luego el rey y Amán se sentaron a beber, en la ciudad de Susa reinaba la confusión.