28:5 En aquel día el Señor de los Ejércitos será una hermosa corona, una diadema gloriosa para el remanente de su pueblo. 6 Él infundirá espíritu de justicia al que se sienta en el tribunal, y fortaleza a los que rechazan los asaltos a la puerta. 7 También sacerdotes y profetas se tambalean por causa del vino, trastabillan por causa del licor; quedan aturdidos con el vino, tropiezan a causa del licor. Cuando tienen visiones, titubean; cuando toman decisiones, vacilan. 8 ¡Sí, regadas de vómito están todas las mesas, y no queda limpio ni un solo lugar!