14 »¿Qué es el hombre para creerse puro, y el nacido de mujer para alegar inocencia? 15 Si Dios no confía ni en sus santos siervos, y ni siquiera considera puros a los cielos, 16 ¡cuánto menos confiará en el hombre, que es vil y corrupto y tiene sed del mal! 20 El impío se ve atormentado toda la vida, el desalmado tiene sus años contados. 23 Vaga sin rumbo; es comida de los buitres; sabe que el día de las tinieblas le ha llegado. 25 y todo por levantar el puño contra Dios y atreverse a desafiar al Todopoderoso.