1Llegó el día en que los ángeles debían presentarse ante el Señor, llegó también Satanás. 2 Y el Señor le preguntó: ¿De dónde vienes? Vengo de recorrer la tierra. 3¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? Es un hombre recto e intachable, me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad! 4 Con tal de salvar la vida, el hombre da todo lo que tiene. 5 Pero extiende la mano y hiérelo, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara! 6 Dijo el Señor a Satanás, Job está en tus manos. Eso sí, respeta su vida. 7 Dicho esto, Satanás se retiró para afligir a Job con dolorosas llagas desde la planta del pie hasta la coronilla. 8 Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un pedazo de teja para rascarse constantemente.