37 Convinimos en llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios las primicias de nuestra molienda, de nuestras ofrendas, del fruto de nuestros árboles, de nuestro vino nuevo y de nuestro aceite, para los sacerdotes que ministran en el templo de nuestro Dios. Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas, pues son ellos quienes recolectan todo esto en los pueblos donde trabajamos. 38 Los levitas, por su parte, depositarán el diezmo de los diezmos en la tesorería del templo de nuestro Dios.
39 De este modo nos comprometimos a no descuidar el templo de nuestro Dios.