17:8 El soborno es como una piedra valiosa para quien lo ofrece; piensa que dondequiera que vaya tendrá éxito. 9 El que perdona la ofensa cultiva el amor. 10 Penetra más un regaño en el hombre prudente que cien latigazos en el obstinado. 11 El revoltoso siempre anda buscando pleitos, pero se las verá con un mensajero cruel. 13 El mal nunca se apartará de la familia de aquel que devuelve mal por bien.