102:8 A todas horas me insultan mis enemigos, 10 Por tu enojo, me levantaste para luego arrojarme. 11 Me voy marchitando como la hierba. 12 Pero tú, Señor, reinas eternamente; tu nombre perdura. 13 Te levantarás y tendrás piedad de Sión. 15 Las naciones temerán el nombre del Señor. 17 Atenderá a la oración de los desamparados. 18 Que esto quede registrado, para que un pueblo aún no nacido alabe al Señor.