102:1 Escucha, Señor, mi oración. 2 No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado; respóndeme pronto cuando te llame. 3 Pues mis días se desvanecen como el humo. 4 Mi corazón decae y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito! 7 No logro conciliar el sueño; parezco ave solitaria sobre el techo.