119: 137 Señor, tú eres justo y tus leyes son justas. 139 Mi celo me consume, porque mis adversarios pasan por alto tus palabras. 140 Tus promesas han superado muchas pruebas. 141 Soy insignificante y despreciado, pero no me olvido de tus preceptos. 142 Tu Ley es la verdad. 144 Tus mandatos son siempre justos; dame entendimiento para poder vivir.