16 Como perros de presa; una banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies. 17 Puedo contar todos mis huesos; con satisfacción perversa la gente se detiene a mirarme. 18 Se reparten entre ellos mis vestidos y sobre mi ropa echan suertes. 23 ¡Alaben al Señor los que le temen! 24 Porque él no desprecia ni tiene en poco el sufrimiento del pobre, sino que lo escucha cuando a él clama. 25 Tú inspiras mi alabanza en la gran asamblea; ante los que te temen cumpliré mis promesas. 28 porque del Señor es el reino; él gobierna sobre las naciones. 31 A un pueblo que aún no ha nacido se le dirá que Dios hizo justicia.