35:1 Defiéndeme, Señor, de los que me atacan, combátelos. 2 Toma tu escudo, y acude en mi ayuda. 3 Empuña la lanza. Quiero oírte decir: «Yo soy tu salvación». 4 Queden confundidos y avergonzados los que procuran matarme. 5 Sean como la paja en el viento, acosados por el ángel del Señor; 8 que la ruina los tome por sorpresa. 9 Así mi alma se alegrará en el Señor y se deleitará en su salvación; 10 así todo mi ser exclamará: «¿Quién como tú, Señor?». 12 Me devuelven mal por bien, y eso me hiere en el alma; 13 pues cuando ellos enfermaban yo me vestía de luto, me afligía y ayunaba. ¡Ay, si pudiera retractarme de mis oraciones!