9 En medio de la gran asamblea he dado a conocer tu justicia. 10 No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. 11 No me niegues, Señor, tu misericordia. 12 Me han alcanzado mis iniquidades, y ya ni puedo ver. 13 Por favor, Señor, ¡ven a librarme! ¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio! 14 Huyan derrotados todos los que procuran mi mal. 16 Pero los que aman tu salvación digan siempre: «¡Cuán grande es el Señor!» 17 Y a mí, pobre y necesitado, quiera el Señor tomarme en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te tardes, Dios mío!