5:1 Atiende, Señor, a mis palabras. 2 Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria. 3 Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; y mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta. 4 Tú no eres un Dios que se complazca en lo malo. 6 Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos. 7 Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo. 8 Señor, por causa de mis enemigos, dirígeme en tu justicia; empareja delante de mí tu senda. 12 Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad.