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Description

La tierra de Israel siempre ha sido descrita como la tierra que fluye leche y miel. Aquí se describe a Samaria como estando en un lugar muy privilegiado, un valle muy fértil. Pero todas esas bendiciones que el Señor les otorgó, se transformaron en una trampa, ya que ellos solo se dedicaron al beber alcohol, vino, y otros licores. La descripción que hace Isaías es terrible: líderes borrachos, rodeados de vómito e inmundicia. Y cuando el Señor les habla, se enojan, y no quieren ser tratados como niños. En Jerusalén no era mejor la situación: pensaban que estaban seguros, pero habían hecho una fortaleza de mentiras y engaños. Pensaban que nunca morirían, y que estaban seguros detrás de sus muros. La única seguridad consiste en la fe y la obediencia a la Palabra de Dios. Por eso el Señor tendría que hacer su extraña obra: castigar y aplastar a su pueblo. A Dios no le gusta tener que destruir. La esencia de Dios es crear y dar vida. Pero como su pueblo se apartó tanto de Él, ésta era la única forma de salvar a un remanente. Y en este contexto Dios hace una advertencia muy preocupante: Dios levantaría en Sión una piedra angular - quien confíe en ella, no sería avergonzado. Esta es una referencia inequívoca a Jesús - la piedra que rechazaron los edificadores, pero que llegó a ser la piedra sobre la cuál se edificó la iglesia. Solo mediante la fe en Jesús y el arrepentimiento, es que se puede alcanzar la misericordia y la salvación de Dios. Y tú, ¿ya pusiste toda tu confianza en Jesús? ¿Ya te apartaste de las borracheras y de las mentiras? Que el Señor te bendiga.