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Description

En el contexto de la amenza del Imperio Asirio, a Israel se le ocurrió la idea de buscar la ayuda de Egipto. Enviaron una caravana con muchos tesoros para comprar la ayuda del Faraón. Este fue un pecado que le causó mucha tristeza al Señor. El Señor ya les había ordenado que ellos no debían jamás volver a Egipto. Si Dios los había sacado de Egipto con mano poderosa, Él no quería que jamás volvieran allá. Pero al parecer ellos se habían olvidado de este mandamiento. Lo único que podían ver era la amenza de sus enemigos. Pero en vez de confiar y apoyarse en Dios, se apoyaron en la fuerza humana. ¿Cuál sería la consecuencia? No prosperarían. Faraón los iba a decepcionar. El único deseo de Dios era que su pueblo confiara en Él. Dios es la fuente de toda bendición. Dios quería luchar y pelear por su pueblo. Pero su pueblo quería y buscaba a otro libertador. Aquí Dios promete una vez más la venida del Mesías. Él sería el mejor consejero, que con voz clara les mostraría que camino debían seguir. Si estas pasando por una gran lucha o por un momento de angustia, no dejes de clamar al Señor. Estoy seguro de que Él vendrán en tu ayuda. Que el Señor te bendiga.